El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, está tomando medidas para buscar pruebas de fraude en las elecciones de 2020, según informó el viernes el Washington Post.

Trump, quien resultó ganador en las elecciones de 2024 pero perdió ante el presidente Joe Biden en 2020, ha defendido la teoría de un amplio fraude electoral que le habría costado la victoria en aquella ocasión.

El mandatario electo enfrentó cargos federales el año pasado por sus intentos de anular los resultados de las elecciones de 2020, en una investigación liderada por el abogado especial Jack Smith.

Ahora, Trump planea reunir equipos de investigación en el Departamento de Justicia para profundizar en la búsqueda de pruebas que sustenten sus afirmaciones de fraude electoral.

Según el Washington Post, Trump tiene la intención de despedir a todo el equipo que trabajó con Smith, en un esfuerzo por reconstruir y reforzar sus argumentos sobre un supuesto fraude en las elecciones de 2020.

A pesar de que no existe evidencia concreta de fraude electoral que pueda haber cambiado el resultado de las elecciones de 2020, una parte significativa de la población estadounidense sigue respaldando la teoría de Trump.

Casi tres de cada 10 estadounidenses, y dos tercios de los votantes republicanos, creen que las elecciones del 2020 fueron fraudulentas y que Trump fue «robado» de la presidencia.

Los seguidores del mandatario republicano argumentan que se produjo un fraude masivo, con votantes falsos y máquinas de votación manipuladas, con la complicidad de funcionarios electorales y jueces supuestamente corruptos que favorecieron la victoria de Biden.

A pesar de las múltiples demandas presentadas por el equipo legal de Trump para impugnar los resultados de las elecciones de 2020, todas han sido desestimadas por los tribunales tras investigaciones exhaustivas.

Incluso jueces designados por el propio Trump han rechazado las acusaciones de fraude por falta de pruebas contundentes.

La controversia en torno a las elecciones de 2020 sigue siendo un tema candente en la política estadounidense, mientras Trump continúa sus esfuerzos por demostrar que hubo un fraude generalizado que afectó el resultado de los comicios.

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