Los cánceres colorrectales, que afectan el colon y el recto, se han convertido en la principal causa de muerte por cáncer en adultos jóvenes en Estados Unidos, según la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer.

Este fenómeno es especialmente preocupante entre los menores de 50 años, donde el cáncer colorrectal se sitúa como la principal causa de muerte en hombres y la segunda en mujeres, tras el cáncer de mama.

Este cambio refleja un aumento pronunciado y continuo, siendo el cáncer colorrectal la primera causa de muerte por cáncer en adultos jóvenes, un fenómeno alarmante según el doctor Ahmedin Jemal, vicepresidente senior de vigilancia y ciencia de la equidad sanitaria de la entidad médica.

La incidencia del cáncer colorrectal ha aumentado en adultos jóvenes, y los diagnósticos en personas menores de 50 años han crecido del 25% al 30% desde 1995.

A pesar de que el cáncer es tradicionalmente más común en personas mayores, el descenso en la detección de nuevos casos en ese grupo contrasta con el aumento en adultos de 50 a 64 años.

La razón del aumento en los adultos jóvenes se atribuye a cambios en los hábitos, como la ingesta de carne roja y procesada, sedentarismo, consumo de alcohol, baja ingesta de fibras, frutas y verduras, y el incremento de la obesidad.

El doctor William Dahut, director científico de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, destaca que las personas más jóvenes tienden a ser diagnosticadas en fases más avanzadas, lo que dificulta el tratamiento.

La incidencia del cáncer colorrectal también ha aumentado a nivel global, según un estudio publicado en BMJ Oncology, con un incremento del 79% en diagnósticos en menores de 50 años desde 1990. La investigación señala que las personas que hoy tienen 40 años son más vulnerables a estos cambios en la expansión de las enfermedades oncológicas.

El cáncer colorrectal puede no presentar síntomas iniciales y es crucial realizar pruebas periódicas de detección.

Si se manifiestan síntomas como cambios en los hábitos fecales, sangre en la materia fecal, diarrea, estreñimiento, dolores abdominales persistentes o pérdida inexplicable de peso, se debe consultar al médico.

Aunque el cáncer de colon es tratable y curable cuando se detecta en el intestino, la reincidencia después de la cirugía puede ser un problema grave, y los tratamientos incluyen cirugía, quimioterapia, terapias dirigidas e inmunoterapia.

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