Damasco.- En medio del resurgimiento del conflicto armado en el noroeste de Siria, los altos responsables de organismos de Naciones Unidas han advertido que hasta 1,5 millones de sirios podrían convertirse en desplazados forzosos debido a la escalada de enfrentamientos entre las fuerzas insurgentes islamistas y el Ejército sirio con el apoyo de Rusia.

Durante una rueda de prensa en Ginebra, Samer AdbelJaber, responsable de Emergencias y Estrategias del Programa Mundial de Alimentos, alertó sobre la posibilidad de que esta crisis humanitaria empeore si los desplazamientos continúan al ritmo actual. Desde que se reanudó la rebelión de los grupos islamistas, liderados por el Organismo de Liberación del Levante (exfilial siria de Al Qaeda), el pasado 27 de noviembre, se estima que 280.000 civiles ya han tenido que abandonar sus hogares debido al terror causado por la nueva ola de violencia armada.

Ante esta situación, la ONU y otras organizaciones humanitarias han redoblado sus esfuerzos para brindar asistencia a los desplazados y garantizar su acceso a alimentos, refugio y atención médica en medio de un contexto de gran inestabilidad y peligro. La comunidad internacional ha instado a todas las partes involucradas en el conflicto a respetar el derecho humanitario y proteger a los civiles atrapados en medio de la violencia.

Según los expertos, la situación en el noroeste de Siria es altamente volátil y la escalada de violencia podría desencadenar una crisis humanitaria de proporciones aún mayores si no se toman medidas urgentes para detener el flujo de desplazados.

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