El Consejo Constitucional de Chile, dominado por una mayoría conservadora, ha dado luz verde a su propuesta de una nueva Constitución, la cual incluye disposiciones controvertidas relacionadas con derechos reproductivos y migración.

Este proyecto será sometido a plebiscito el 17 de diciembre y podría reemplazar a la actual Constitución, que fue aprobada en 1980 durante el régimen del dictador Augusto Pinochet.

El texto consta de 17 capítulos y 216 artículos y ha recibido 33 votos a favor por parte del bloque opositor, compuesto por el ultraderechista Partido Republicano (22 votos) y la coalición de derecha Chile Vamos (11 votos), mientras que los 17 consejeros de la izquierda oficialista votaron en contra.

El Consejo Constitucional, cuyos miembros fueron elegidos en mayo de este año, entregará oficialmente su propuesta de Carta Magna al presidente Gabriel Boric el 7 de noviembre.

Sin embargo, las encuestas sugieren que existe una alta probabilidad de que esta propuesta sea rechazada en el referéndum.

El consejo constitucional chileno aprueba propuesta de nueva constitución

La presidenta del Consejo Constitucional, la ultraderechista Beatriz Hevia, ha destacado que el texto tiene el potencial de ser una herramienta crucial para sacar al país de la inseguridad y la inestabilidad política y social.

Los defensores del proyecto argumentan que garantiza la libertad y la seguridad, así como la estabilidad económica y jurídica.

Por otro lado, los críticos lo consideran partidista y afirman que perpetúa el modelo neoliberal instaurado por la Constitución actual, que data de la era de la dictadura.

Entre los artículos más polémicos de la propuesta se encuentran el que aborda «el derecho a la vida de quien está por nacer,» que plantea preocupaciones sobre su posible impacto en la ley del aborto en tres causales, la expulsión inmediata de migrantes que ingresen por pasos no habilitados y la exención tributaria de la primera vivienda, que beneficia a personas de mayores ingresos.

Los conservadores resaltan que el texto enfatiza la «libertad de elección» en cuestiones de pensiones, salud y educación, así como en asuntos de migración irregular, seguridad y terrorismo.

Por su parte, los progresistas critican que la propuesta «atenta contra los derechos de las mujeres» y presenta problemas técnicos que podrían dar lugar a litigios judiciales.

Además, expresan su preocupación por la posible repetición de errores del pasado.

La situación política en Chile se torna aún más compleja debido a la polarización y las diferencias en torno a la nueva Constitución.

En caso de que la propuesta sea rechazada en el referéndum, la actual Constitución seguirá en vigor, y el presidente Gabriel Boric ha afirmado que no promoverá un tercer proceso constitucional.

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