El papa Francisco urgió la liberación de la exdirigente birmana derrocada Aung San Suu Kyi y propuso acogerla en el territorio del Vaticano, en unas conversaciones con jesuitas en Asia divulgadas el martes por un diario italiano.

«Pedí la liberación de Aung San Suu Kyi y recibí a su hijo en Roma. Propuse al Vaticano acogerla en nuestro territorio», declaró el pontífice argentino, según palabras extraídas de unas conversaciones con jesuitas en su reciente viaje al sureste asiático y Oceanía a principios de septiembre.

Papa francisco pide «no quedarse callados»

El diario italiano Il Corriere della Sera publicó el martes una parte del contenido de estos encuentros, que se mantuvieron en privado en Indonesia, en Timor Oriental y en Singapur, en un artículo del padre Antonio Spadaro, un jesuita italiano cercano al papa que estuvo presente en las conversaciones.

«Hoy, en Birmania, no podemos quedarnos callados: hay que hacer algo», afirmó el papa, que viajó a este país en noviembre de 2017.

«El futuro de vuestro país debe ser una paz basada en el respeto de la dignidad y de los derechos de todos, en el respeto de un orden democrático que permita aportar a cada uno su contribución al bien común», añadió.

¿Quién es Aung San Suu Kyi?

Aung San Suu Kyi, de 78 años y premiada con el Nobel de la Paz en 1991, cumple una pena de 27 años por corrupción y no respeto de las restricciones relativas al covid-19.

La exjefa de gobierno birmano fue arrestada por los militares durante el golpe de Estado de 2021, y atraviesa problemas de salud según la prensa local.

Desde el golpe de 2021, que puso fin a un paréntesis democrático de diez años en Birmania, la junta militar inició una sangrienta guerra contra varias rebeliones surgidas de la oposición y de las minorías étnicas.