En 2024, mujeres y niñas son las más afectadas en inseguridad alimentaria y malnutrición
09/10/2024 - Hace 2 horas en InternacionalEn 2024, mujeres y niñas son las más afectadas en inseguridad alimentaria y malnutrición
Un reciente informe del Índice Global del Hambre de 2024 revela que las mujeres y las niñas son las más vulnerables a la inseguridad alimentaria y la malnutrición.
Según el informe, en el África Subsahariana y Asia Meridional, las poblaciones siguen sufriendo graves niveles de hambre, con un índice global de hambre de 18,3, ligeramente inferior al registrado en 2016.
Este estancamiento refleja las dificultades en la lucha contra el hambre a nivel mundial, donde el acceso adecuado a alimentos sigue sin estar garantizado.
En palabras de Alberto Casado, director de Incidencia de Ayuda en Acción, esta parálisis en la reducción del hambre podría llevar a que los niveles bajos de hambre no se alcancen hasta el año 2.160, retrasando significativamente los compromisos internacionales de Hambre Cero para 2030.
El informe destaca que las mujeres y las niñas son las más afectadas por la desigualdad de género, la discriminación y la violencia de género, lo que las coloca en una posición de vulnerabilidad extrema.
Además, son las más perjudicadas por fenómenos climáticos extremos y emergencias climáticas, lo que aumenta su riesgo de inseguridad alimentaria.
A nivel mundial, 43 países muestran niveles alarmantes o graves de hambre, siendo los más afectados Burundi, Chad, Madagascar, Somalia y Yemen.
Es en el África Subsahariana donde los niveles de hambre han sufrido un estancamiento desde 2016, mientras que en América Latina y el Caribe, la inflación alimentaria y las condiciones de deuda extrema han empeorado la situación.
El informe también destaca que la inseguridad alimentaria y el riesgo de hambruna van en aumento, convirtiendo al hambre en un arma de guerra en muchos lugares.
Los conflictos bélicos y inestabilidad política también abona al problema
Conflictos prolongados en Gaza y Sudán han desencadenado crisis alimentarias sin precedentes, mientras que en Haití y República Democrática del Congo, la inestabilidad política y la violencia han agravado la situación.
La brecha de seguridad alimentaria entre hombres y mujeres se ha incrementado en algunas regiones del mundo, mostrando una realidad alarmante donde la desigualdad de género juega un papel crucial.
El cambio climático, las crisis económicas y los conflictos han dejado a las mujeres en mayor riesgo de inseguridad alimentaria y malnutrición.
El informe hace un llamamiento a la justicia de género como pilar fundamental para lograr la seguridad alimentaria y la resiliencia climática, destacando la importancia de reconocer las diferentes necesidades y situaciones de vulnerabilidad de las mujeres.
Se insta a los Estados a mantener y ampliar sus obligaciones legales para eliminar la discriminación de género, garantizar el derecho a la alimentación y mitigar el hambre, incluso en tiempos de desastres y conflictos.
