El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el jueves la evacuación de Haití del personal que no sea de emergencia, así como de los familiares de los empleados del Gobierno estadounidense, debido a la grave crisis de seguridad que atraviesa el país caribeño.

La decisión se produce después de que la embajada de EE.UU. en Haití alertara a los ciudadanos estadounidenses que abandonaran el país lo antes posible utilizando el transporte comercial, ante los frecuentes enfrentamientos armados entre grupos criminales y las fuerzas de seguridad en Puerto Príncipe, la capital.

Según el aviso de viaje actualizado del Departamento de Estado, los ciudadanos estadounidenses en Haití deben salir del país “a la luz de la actual situación de seguridad y los desafíos de infraestructura”. Además, advierte de la alta amenaza de delitos violentos y secuestros en toda la ciudad, y señala que la capacidad del Gobierno de EE.UU. para proporcionar servicios de emergencia a los ciudadanos estadounidenses en Haití está severamente limitada.

Haití vive una profunda crisis política, social y económica desde hace años, que se agravó tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse el pasado 7 de julio por un comando armado. El país también se enfrenta a una grave escasez de alimentos, combustible y medicinas, así como a brotes de cólera y covid-19.

Según datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA), más de 4 millones de personas en Haití necesitan asistencia alimentaria urgente, y más de 1,5 millones sufren inseguridad alimentaria severa. Además, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), solo el 0,3% de la población haitiana ha recibido al menos una dosis de vacuna contra el covid-19.

La situación en Haití se ha vuelto cada vez más desesperante, y muchos haitianos han optado por huir del país buscando mejores condiciones de vida

Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 100.000 haitianos han solicitado asilo o refugio en otros países desde 2015. Algunos han llegado a Estados Unidos, donde se enfrentan al riesgo de ser deportados por las autoridades migratorias.

La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación en Haití y ha llamado al diálogo y a la celebración de elecciones libres y transparentes lo antes posible. Sin embargo, las perspectivas de una solución pacífica y duradera siguen siendo inciertas.

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