Harvey Robinson, es considerado uno de los asesinos en serie más jóvenes de la historia, ya que el estadounidense inició a matar antes de ser mayor de edad.

Su vida

Nació el 6 de diciembre de 1974 en Allentown, Pensilvania, Estados Unidos, y durante su infancia presenció sucesos que marcaron su forma de ver la vida. Su padre, tenía problemas con el alcohol y golpeaba brutalmente a su esposa, es decir la madre de Robinson.

Su madre terminó por divorciarse de su esposo cuando Harvey Robinson tenía solo tres años, a pesar de ello, desarrolló una peculiar admiración hacia el padre. Hasta los nueve años era conocido por ser estudioso y habilidoso para el deporte, pero después de esa edad todo cambió.

Conforme fue creciendo inició a presentar comportamientos rebeldes, y a consumir drogas. Además, comenzó a robar, por lo que fue detenido en diversas ocasiones.

Asesinatos

Su primer asesinato lo cometió cuando tenía 18 años, en 1992. Inicialmente solo pretendía robar la casa de Joan Burghardt, de 29 años, pero la mujer denunció los hechos ante las autoridades; por lo que a los cuatro días de ello regresó para cobrar venganza, por lo que la violó y la mató.

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El 9 de junio de 1993 cometió su segundo crimen, su víctima fue Charlotte Schmoyer, de 15 años, quien salió en su bicicleta y nunca regresó. A la chica la violó y la apuñaló en 22 ocasiones hasta quietarle a vida.

Las autoridades estaban investigando los casos de asesinatos que se habían presentado, a pesar de ello, Harvey Robinson volvió a actuar el 23 de junio de 1993. Entró a una casa y dejó inconsciente a una mujer y abusó sexualmente de una niña de cinco años que la acompañaba.

Luego de ello, intentó asfixiar a la niña, y pensó que la había matado, sin embargo, solo estaba inconsciente y cuando despertó dio su declaración a las autoridades.

El crimen que lo delató

El delincuente había estado planeando entrar a la casa de Denise y John Sam-Cali, y cuando lo hizo la mujer estaba sola, a pesar de ello se pudo defender y Harvey Robinson, escapó debido a que una vecina llamó a la policía.

Las autoridades estimaban que el asesino en serie volvería al lugar, por lo que montaron un operativo y  el 31 de julio de 1993, Robinson volvió a la casa, pero la policía lo esperaba, lo que causó un tiroteo, en el que el delincuente resultó herido, tras ello fue a un hospital donde finalmente fue detenido.

Condena 

Entre marzo y noviembre de 1994, se llevó a cabo su juicio en el que fue condenado a tres penas de muerte; pero sus abogados apelaron la decisión y lograron que que se invalidaron dos de las tres penas de muerte y se reemplazaron por cadena perpetua.

Mientras que en 2006, un juez suspendió la sentencia a muerte; por lo que hasta ahora, Harvey Robinson está en una cárcel en Pensilvania, a la espera de que le apliquen la inyección letal.

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