La crisis actual en Oriente Medio tiene el potencial de perturbar el suministro global de petróleo y provocar un alza de precios.

Sin embargo, los expertos coinciden en que no es probable que se repitan los incrementos catastróficos en los precios ni las largas filas en las gasolineras que se vieron después del embargo petrolero árabe de 1973.

La guerra entre Israel y Hamas, aunque no es una buena noticia para los mercados del petróleo, ya afectados por los recortes en la producción de Arabia Saudita y Rusia, y por la posibilidad de una mayor demanda en China, no se espera que cause una crisis petrolera a gran escala.

El precio del petróleo ha fluctuado desde el ataque de Hamas a Israel, llegando a los 96 dólares por barril. Sin embargo, no se han producido incrementos catastróficos como en la década de 1970.

Una razón para esta diferencia es la producción récord de petróleo en Estados Unidos, que se encuentra en su nivel más alto de la historia.

Esta producción récord ha proporcionado una fuente de seguridad y estabilidad en el mercado petrolero.

Además, la producción de petróleo en Oriente Medio no ha sido gravemente afectada por los conflictos actuales.

Irán, que posee algunas de las mayores reservas petroleras del mundo, ha visto su producción limitada por sanciones internacionales.

Sin embargo, su petróleo aún fluye a China y otros países.

El mercado del petróleo seguirá siendo inestable debido a los conflictos en Oriente Medio, pero no se espera una crisis similar a la de 1973.

Estados Unidos, con su creciente producción de petróleo, juega un papel fundamental en la estabilidad del mercado energético global.

También puede interesarte:

Juez multa a Trump con 5 mil dólares y lo amenaza con cárcel por un mensaje en internet