Hace poco se supo que autoridades de Nueva York, le dieron auxilio a una felina que no, no era una gata doméstica; sino que por el contrario, se trataba de un puma salvaje de unos 37 kilos de peso. Este se encontraba en el lugar que se mencionó con anterioridad.

El animal era una hembra llamada Sasha, que tenía tan solo 11 meses; la felina vivía dentro de una casa en el distrito del Bronx, según señalaron elementos de seguridad. Fue exactamente la semana pasada cuando, se le dio rescate al animal, en la operación participaron;

•  La policía del lugar
• Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos
• Funcionarios de la ciudad
• Personal del zoológico del Bronx

Dentro del comunicado expedido este lunes, se agregó que el dueño «entregó» a la felina y estuvo presente durante el traslado. Después de la entrega, Sasha fue transportada al santuario de animales de Turpentine Creek en Arkansas, el cual se ocupa de grandes felinos descuidados; además los veterinarios la examinaron durante el fin de semana.

Esta puma es relativamente afortunada de que sus dueños reconozcan que un gato salvaje no es apto para vivir en un apartamento o en ningún ambiente doméstico…Las lágrimas del dueño y los chirridos nerviosos del puma mientras la llevamos nos conducen dolorosamente a las muchas víctimas de este horrendo comercio y el mito de que los animales salvajes pertenecen a cualquier parte menos al ambiente silvestre.