La inflación de Estados Unidos llegó a 6.8 por ciento, lo que es su máximo histórico en 39 años, lo cual ha sido impulsado principalmente por los precios de la energía.

Lo anterior ha sido un problema para el presidente Joe Biden, quien se encuentra luchando para que se de la aprobación de un millonario paquete que consta de ayudas sociales y ambientales.

El aumento de precios llegó a  6.8 por ciento en noviembre, comparado con lo registrado en el mismo mes en el pasado 2020. Mientras que en octubre marcó 6.3 por ciento, según lo publicado por el Departamento de Trabajo.

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Este registro es el mayor nivel de inflación desde 1982. Debido a ello, los estadounidenses continúan pagando precios más altos por alimentos, ropa, autos, gasolina y productos electrónicos.

Por su parte, el presidente Joe Biden informó que su prioridad principal sería invertir la tendencia inflacionaria, así lo anunció el mes pasado.

«Las cifras confirman lo que cada familia estadounidense ya sabe: la inflación está fuera de control bajo el mando de los demócratas», expresó el líder republicano del Senado Mitch McConnell.

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