Funcionarios israelíes han dejado en claro que Israel no aceptará un alto el fuego permanente como parte de un acuerdo con Hamás para intercambiar rehenes por presos palestinos. A pesar de las presiones y exigencias del grupo palestino, Israel se mantiene firme en sus objetivos de acabar con Hamás en la Franja de Gaza y recuperar a los rehenes en manos del grupo.

Los funcionarios señalaron que el Ejército entrará en Rafah para destruir los batallones de Hamás, con o sin un respiro temporal para permitir la liberación de los rehenes.

Por otro lado, Hamás ha manifestado su disposición a continuar las negociaciones con un «espíritu positivo», destacando su determinación de cumplir con las demandas de su pueblo. Entre las exigencias del grupo palestino se encuentran detener la agresión, la retirada de las fuerzas de ocupación, el regreso de los desplazados, el alivio para su pueblo, la reconstrucción y un acuerdo de intercambio serio.

Mientras tanto, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reiteró que la guerra continuará hasta que se logren todos los objetivos planteados. Incluso, los socios más radicales del Gobierno de Netanyahu han amenazado con abandonar el Ejecutivo si se llega a un acuerdo de alto el fuego permanente con Hamás.

En este contexto de tensiones y negociaciones, Hamás anunció que podría ofrecer una respuesta a principios de la próxima semana, mientras que Israel ha presionado al grupo con la posibilidad de iniciar una invasión terrestre en Rafah si demora su respuesta o la rechaza.