Más de 190 pasajeros fueron liberados luego de un ataque perpetrado por insurgentes del Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) al tren Jaffar Express en el oeste de Pakistán. El tren, que viajaba de Quetta a Peshawar, fue secuestrado cerca de un túnel en la provincia de Baluchistán, a unos 90 kilómetros de la estación de Machh, una zona remota sin cobertura de comunicaciones.

Según testimonios de los pasajeros, alrededor de las 13:30 hora local se produjo una explosión seguida de disparos. Uno de los pasajeros, Muhammed Zulfiqar, relató que observó a varios atacantes armados con vehículos. Además, otro testigo indicó que los insurgentes realizaron requisas de identidad, probablemente para identificar a los miembros de las fuerzas de seguridad presentes en el tren, lo que podría haber sido el motivo detrás del ataque. Al menos dos militares fueron asesinados y varios más fueron secuestrados durante el asalto.

El ataque fue reivindicado por el BLA, un grupo separatista baluchi que lucha por la independencia de la región, rica en recursos naturales pero con alta pobreza entre su población. Este grupo ha acusado al gobierno de Pakistán de explotar los recursos sin beneficio para los locales.

De los más de 400 pasajeros secuestrados, incluidos más de 100 miembros de las fuerzas de seguridad, las autoridades militares confirmaron el rescate de 190 personas. Los esfuerzos de rescate continúan activos, con las fuerzas de seguridad ahora controlando la zona donde ocurrió el ataque.

El BLA emitió un ultimátum de 48 horas, exigiendo la liberación de «presos políticos baluchis, desaparecidos y activistas de la resistencia nacional». En caso de no cumplirse sus demandas, el grupo ha amenazado con ejecutar a cinco rehenes por cada hora que pase después del vencimiento del plazo.

Aunque no se ha confirmado el número exacto de muertos o heridos, fuentes militares aseguran que al menos 27 insurgentes han sido abatidos. Por su parte, el BLA afirmó que 30 militares fueron ejecutados. Como medida preventiva, un tren con suministros de emergencia, incluidos ataúdes vacíos, fue enviado desde Quetta a la zona del ataque.

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