El pasado domingo, el rey de España Felipe VI, la reina Letizia y sus dos hijas decidieron hacer una visita sorpresa a un municipio de la región de Valencia que resultó gravemente afectado por las inundaciones mortales del 29 de octubre. La Casa Real confirmó que esta visita tuvo un carácter privado y no había sido previamente anunciada. La familia real se desplazó hasta Catarroja, una localidad con una población de 30.000 habitantes al sur de la ciudad de Valencia, donde se contabilizaron 25 víctimas mortales a causa de las inundaciones.

Durante la visita, los monarcas tuvieron la oportunidad de conversar con los habitantes locales, quienes se mostraron alegres y agradecidos por la presencia de la realeza en medio de la tragedia. No es la primera vez que Felipe VI y Letizia visitan la región de Valencia tras la catástrofe. El 3 de noviembre, acompañados por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de la comunidad valenciana, Carlos Mazón, la pareja real realizó una primera visita que estuvo marcada por incidentes. Abucheos y lanzamientos de barro obligaron a los líderes políticos a retirarse del lugar, mientras que los reyes optaron por reducir su estancia.

Un compromiso continuo con las víctimas

Sin embargo, el apoyo y la solidaridad de la familia real hacia las víctimas de las inundaciones no se detuvieron allí. El 19 de noviembre regresaron a la región, esta vez sin incidentes, y el 9 de diciembre asistieron a una emotiva misa en la catedral de Valencia en memoria de los fallecidos. La princesa Leonor y la infanta Sofía, por su parte, aún no habían tenido la oportunidad de visitar las zonas devastadas por el temporal, consideradas como la mayor catástrofe natural en España en lo que va del siglo XXI.

Según las autoridades de España, un total de 231 personas perdieron la vida a causa de las inundaciones, siendo 223 de ellas en la región de Valencia. Además, cuatro personas continúan desaparecidas, casi dos meses después del desastre. La presencia de la familia real en Catarroja y su compromiso con las comunidades afectadas por las inundaciones destacan la importancia de la solidaridad y el apoyo en momentos de crisis. Aunque la visita tuvo un carácter privado, el gesto de los monarcas y sus hijas no pasó desapercibido para los habitantes de la región, quienes valoraron la cercanía y empatía mostradas por la realeza en un momento tan difícil.

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