John Barnett, exempleado de Boeing que tenía previsto testificar en una demanda contra la compañía y que fue conocido por criticar públicamente los estándares de producción de Boeing, falleció el pasado 9 de marzo en un aparente suicidio, según informaron los medios BBC y TMZ.

Barnett trabajó para Boeing durante 32 años, hasta su retiro en 2017, y había salido a la luz pública en 2019 al revelar detalles sobre la producción de los aviones 787 Dreamliner. Según Barnett, los sistemas de oxígeno de emergencia en los Dreamliners tenían una tasa de fallo del 25%, lo que ponía en riesgo la seguridad de los pasajeros.

A pesar de las acusaciones de Barnett, Boeing había rechazado públicamente sus declaraciones. Sin embargo, una revisión de la Administración Federal de Aviación (FAA) respaldó algunas de las preocupaciones planteadas por el exempleado.

Boeing expresó su tristeza por la muerte de Barnett en un comunicado entregado a la BBC, enviando condolencias a su familia y amigos. El abogado de Barnett describió la muerte del exempleado como «trágica» en declaraciones a la BBC.

Barnett se encontraba en Charleston para dar testimonio en el caso contra Boeing cuando fue encontrado sin vida en su camioneta en el estacionamiento del hotel donde se hospedaba. Su muerte se produce en medio del escrutinio de las autoridades de Estados Unidos sobre el proceso de fabricación de los aviones modelo 737-9 (MAX) de Boeing, tras un incidente en enero en el que uno de los paneles de uno de los aviones se desprendió en pleno vuelo.

La policía continúa investigando las circunstancias de la muerte de Barnett, mientras el mundo de la aviación lamenta la pérdida de un hombre que alzó la voz por la seguridad de los pasajeros.

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