El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, pidió al ejército israelí un plan de «evacuación» para los civiles en la ciudad de Rafah, ubicada al sur de la Franja de Gaza. También solicitó un plan para la «destrucción» del movimiento islamista Hamás en esa misma zona.

La oficina de Netanyahu afirmó que es fundamental alcanzar el objetivo de la guerra, que implica eliminar a Hamás y dejar a cuatro batallones de este grupo en Rafah. Sin embargo, para lograrlo, es necesario que los civiles evacuen las zonas de combate, según indica el comunicado.

Actualmente, aproximadamente 1.3 millones de palestinos viven en Rafah, que se encuentra en la frontera con Egipto. Esta cifra representa más de la mitad de la población de la Franja de Gaza. Existe el temor de que una ofensiva militar en esta zona provoque un baño de sangre.

En respuesta a la solicitud de Netanyahu, Estados Unidos, principal aliado de Israel, advirtió que una operación militar en Rafah sin una adecuada planificación y reflexión podría acarrear un desastre humanitario.

Durante los últimos cuatro meses, las fuerzas israelíes llevaron a cabo operaciones en la ciudad de Gaza, ubicada en el norte de la Franja. Posteriormente, se desplazaron hacia Khan Younis, al sur. Sin embargo, Netanyahu decidió ahora centrarse en Rafah, que cuenta con una alta población de desplazados que han huido de otras partes de la Franja debido a las operaciones israelíes contra Hamás.

El conflicto actual estalló el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas realizaron un ataque en el sur de Israel, que resultó en la muerte de más de 1,160 personas, en su mayoría civiles, y el secuestro de aproximadamente 250 personas. A su vez, en respuesta a estos eventos, los bombardeos y operaciones israelíes en Gaza han provocado la muerte de 27,940 personas, principalmente mujeres, niños y adolescentes, según Hamás.

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