Moscú.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha tomado la sorprendente decisión de otorgar asilo en su país a Bashar al-Asad, quien fue derrocado como presidente de Siria tras una ofensiva relámpago de los rebeldes. Esta decisión ha supuesto un duro golpe para Irán y Rusia, quienes habían intervenido en la larga guerra civil de Siria durante 13 años con el objetivo de mantener en el poder al gobierno de Asad, a pesar de las presiones occidentales.

Según fuentes del Kremlin citadas por agencias de noticias rusas, Asad se encuentra actualmente en Moscú junto a su familia. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, afirmó a los periodistas que el presidente ruso, Putin, tomó directamente la decisión de ofrecer asilo a Asad, aunque no proporcionó más detalles sobre los movimientos del ex presidente sirio.

La caída de Asad representa la pérdida de un importante bastión para Irán y Rusia en Oriente Medio. Durante décadas, estos países han utilizado su influencia en Siria como un aliado estratégico para contrarrestar la presencia de potencias como Estados Unidos e Israel en la región. El padre de Asad, Hafez al-Asad, estableció fuertes lazos con la Unión Soviética en su época para equilibrar el poder regional.

Putin analiza el futuro de sus bases militares en Siria

El Kremlin ha señalado que Siria se encuentra actualmente en una situación de «inestabilidad extrema», por lo que es necesario mantener un diálogo con los países de la región para garantizar la seguridad en Oriente Medio. Dmitry Peskov mencionó que se están llevando a cabo conversaciones con Ankara y otros Estados regionales para abordar la situación en Siria y el futuro de las bases militares rusas en el país.

En cuanto a las bases rusas en Siria, como la base aérea de Hmeimim y la instalación naval en Tartous, se desconoce la postura que adoptará Hayat Tahrir al-Sham, una antigua filial de Al Qaeda que lideró el avance de los rebeldes. Peskov señaló que es necesario dialogar con las nuevas autoridades en Siria para garantizar la seguridad de dichas instalaciones.

Las instalaciones de Tartous son de vital importancia para Rusia, ya que constituyen el único centro de reparación y reabastecimiento de la Marina rusa en el Mediterráneo. Moscú ha utilizado Siria como punto de escala para llevar y traer contratistas militares hacia y desde África, lo que le ha permitido mantener su influencia en la región.

Podría interesarte:

• Turquía vislumbra oportunidades en la Siria pos-Asad
• Justicia de Corea del Sur impide al presidente salir del país