Washington.- Un farmacéutico estadunidense, llamado Steven Brandenburg, de 46 años; claramente escéptico ante las vacunas, «sacó deliberadamente» frascos del inmunizante Moderna del refrigerador del hospital en el que trabajaba en Wisconsin.

El hombre sacó del congelador las vacunas durante sus guardias nocturnas; las dejó varias horas a temperatura ambiente antes de devolverlas a su lugar para que fueran administradas al día siguiente, provocando el deterioro del biológico.

En total, 57 personas habrían recibido estas dosis, según el comunicado.

Lo condenaron a tres años de cárcel tras declararse culpable, además también tendrá que pagar 83 mil 800 dólares al hospital como compensación.

Steven Brandenburg declaró que creía que la vacuna era peligrosa para la gente y podría modificar su ADN.

La vacuna de Moderna, así como la fabricada por Pfizer-BioNTech, se basan en el método del ARN mensajero, un sistema que “enseña” al sistema inmunitario a luchar contra un virus.

El intento deliberado de deteriorar dosis de vacuna en una situación de emergencia sanitaria nacional es una falta grave, así lo mencionó Brian Boynton; quien esta a cargo de asuntos civiles en el ministerio de Justicia de EU.

Actualmente se han aplicado más de 124 millones de vacunas Moderna en Estados Unidos.

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