El escenario para una posible negociación de paz en Ucrania se está preparando con miras al próximo invierno, según declaró el martes el primer ministro polaco, Donald Tusk. Este adelanto se produce justo antes de que Varsovia asuma la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE) en enero del próximo año. Tusk destacó la importancia de las negociaciones que podrían iniciarse a principios del próximo año: «Nuestra presidencia será particularmente co-responsable del panorama político y del curso de las negociaciones de paz, que podrían comenzar en enero de este año», señaló en una rueda de prensa.
El presidente francés, Emmanuel Macron, tiene previsto viajar a Polonia este jueves para informar sobre las discusiones que ha mantenido con el presidente ucraniano, Volodomir Zelensky, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en París. Estas reuniones podrían marcar un antes y un después en la búsqueda de una solución pacífica para el conflicto en Ucrania. Zelensky, por su parte, manifestó el deseo de alcanzar una paz «justa y duradera» con Rusia, tras los encuentros en París. Mientras tanto, Trump ha dejado entrever que la ayuda militar que su país proporciona a Ucrania podría reducirse cuando asuma la presidencia el próximo 20 de enero.
Las pérdidas y el hastío en Ucrania
El presidente ucraniano ha reconocido las dificultades que enfrenta su país en el conflicto, como lo demuestran las cifras de víctimas. Zelensky reveló que desde el inicio del conflicto han fallecido 43 mil soldados ucranianos y otros 370 mil resultaron heridos. A pesar de su postura inicial de no hacer concesiones, Zelensky ha suavizado su posición ante el evidente agotamiento del Ejército ucraniano y la posible reducción de la ayuda occidental. Los informes sugieren que ambas partes han sufrido grandes pérdidas, aunque las cifras reales podrían ser aún mayores.
El panorama de una posible negociación de paz entre Ucrania y Rusia se vislumbra en el horizonte invernal, con Polonia como clave intermedia y el apoyo de figuras internacionales como Macron y Trump. Los esfuerzos por alcanzar una solución duradera a uno de los conflictos más grandes desde la Segunda Guerra Mundial continúan, con la esperanza de poner fin a la violencia y restablecer la estabilidad en la región.
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