A lo largo de la historia del cine y la televisión, se ha utilizado el descargo de responsabilidad «Ningún animal resultó herido» al final de los créditos para asegurar al público que ninguna criatura sufrió daño durante la producción.

Sin embargo, este descargo no siempre ha estado presente, y la historia previa a su implementación está plagada de historias de abuso animal en los sets de filmación.

En los primeros días de la industria cinematográfica, los animales desempeñaron un papel destacado en las películas.

Tanto los animales como los especialistas que trabajaban con ellos no estaban debidamente entrenados, lo que llevó a casos de crueldad y abuso.

En respuesta a las denuncias de maltrato animal, la organización American Humane estableció un comité en 1925 para investigar estas acusaciones y abogar por los derechos de los animales en el cine.

Aunque se introdujo un código en 1930 para garantizar el trato humano a los animales en el cine, American Humane descubrió que no se cumplían estas directrices.

En 1937, se propuso un programa de supervisión de producciones en California, pero nunca se llevó a cabo.

La falta de supervisión oficial llevó a más casos de abuso, lesiones y muertes de animales en el cine.

En 1972, apareció por primera vez el descargo de responsabilidad «Ningún animal resultó herido» al final de los créditos de la película «El pandilla de los doberman».

Aunque inicialmente carecía de autoridad real, el trágico abuso animal asociado a la película «Las puertas del cielo» en 1980 llevó a un cambio significativo.

Después de revelarse los horrores sufridos por los animales durante el rodaje, se autorizó a la American Humane Association a supervisar y garantizar la seguridad de los animales en la industria del entretenimiento.

La película prohibió la presencia de la American Humane Association en el set. La lista de atrocidades asociadas a la producción es suficiente para romper los corazones más duros: peleas de gallos reales, hacer tropezar a caballos, un caballo explotado con un jinete en su espalda, pollos decapitados y terneros sangrados intencionalmente para usar su sangre en lugar de sangre falsa en los actores, entre otras cosas.

Una propietaria de caballos demandó a la película por privar a su caballo árabe de los cuidados adecuados, causándole al animal traumas físicos y comportamentales graves.

Al igual que en el caso de Jesse James, este trato deplorable llevó a la acción de la AHA, que promovió un boicot a la película después de revelar detalles explícitos sobre el maltrato animal en un comunicado de prensa internacional.

La controversia en torno a «Las puertas del cielo» finalmente devolvió la autoridad a la AHA, ya que el Sindicato de Actores de Pantalla y la Alianza de Productores de Cine y Televisión autorizaron contractualmente al grupo de derechos de los animales a supervisar a los animales en los medios audiovisuales, tanto nacionales como internacionales.

La historia debería terminar ahí, con la seguridad de los animales en el set como una prioridad y una práctica obligatoria, y el descargo de responsabilidad durante los créditos finales como una confirmación de facto de que la American Humane Association vigilaba cada pelaje, cada pluma y cada escama en la pantalla.

Un informe de 2013 detalla una lista de abusos animales en películas que aún recibieron el descargo de responsabilidad de la AHA.

• Un tigre de Bengala casi se ahogó en el set de «La vida de Pi».
• Tres purasangres murieron durante el rodaje de la serie de HBO «Luck».
• Un perro Husky fue golpeado repetidamente por su entrenador en el set de «Antártida: Náufragos».
• Durante el rodaje de «Cómo perder a un chico en 10 días», un entrenador de animales dejó caer una ardilla rayada y la pisó, causando su muerte.
• En la épica película «El Hobbit: Un viaje inesperado», murieron dos docenas de animales por agotamiento y deshidratación.

Aunque el descargo de responsabilidad no es infalible y ha habido informes de abusos continuos en películas que aún lo llevan, la American Humane Association ha trabajado incansablemente para proteger a los animales actores.

A pesar de algunos incidentes lamentables, se puede afirmar que, en general, se ha logrado mejorar la seguridad y el bienestar de los animales en el cine y la televisión.

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