Lisa, la poderosa estrella tailandesa de BLACKPINK, fue señalada como la causante de un fenómeno global que nadie vio venir: el ascenso meteórico de los adorables y traviesos peluches Labubu. ¿Inocente coincidencia o influencia k-pop imparable?

Desde que comenzó a mostrar estos peculiares muñecos en sus redes sociales, presentaciones y eventos con fans, la intérprete de “MONEY” y “New Woman” desató una ola de locura colectiva por este personaje creado por el artista hongkonés Kasing Lung. Lo que era una figura de culto para coleccionistas se transformó en un ícono de moda, autoexpresión y cultura juvenil.

Labubu nació en 2015 como parte de una colaboración con Pop Mart, una firma que se especializa en figuras de vinil y arte de diseñador. Aunque ganó cierta notoriedad en Asia a partir de 2019, fue hasta que Lisa lo mostró en múltiples ocasiones que el peluche alcanzó su pico de fama.

Ella nunca lo promovió de forma directa. Bastó con verlo colgando de su mochila, en sus fotos de Instagram o entre sus accesorios personales para que el mundo entero comenzara a preguntarse: “¿Qué es ese muñeco con cara de duende travieso y dientes puntiagudos?”

Según medios, la cantante no solo tiene el poder de llenar estadios y agotar boletos en minutos, también puede convertir cualquier objeto en tendencia viral. Y los Labubus no fueron la excepción.

Lisa no eligió al azar este peculiar personaje. Con su estética fuera de lo convencional mezcla de ternura, picardía y rebeldía Labubu encaja perfectamente con el estilo versátil de la artista. Su capacidad para transformar un accesorio en un símbolo de identidad visual lo volvió un “must-have” para los fans, coleccionistas y amantes del diseño.

Aunque muchos acusan a Lisa de “crear una fiebre” por los Labubu, lo cierto es que los muñecos ya contaban con una base de seguidores en el mundo del coleccionismo. Sin embargo, su intervención fue como gasolina sobre una chispa: los volvió deseables para un público que jamás había oído hablar de ellos.

Hoy, Labubu ya no es solo un peluche. Es parte de la cultura pop contemporánea. Ha inspirado líneas de ropa, accesorios de lujo y colaboraciones con marcas internacionales. En plataformas de venta y reventa, las ediciones limitadas se agotan en cuestión de minutos, y los precios pueden alcanzar cifras astronómicas.

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