Las velas de los tres poderes
La luz de la vela representa el elemento fuego, como purificador de las energías.
Son las receptoras simbólicas, de los pedidos que cada persona realiza de acuerdo a su fe y creencias.
Se dice que la vela nos representa a nosotros mismos, en cuerpo a través de la cera, en mente, a través de la mecha, y en espíritu a través de la llama encendida, por lo que se dice que tienen propiedades casi “mágicas”.
La luz de una vela simboliza la purificación, es capaz de llenar de calma el ambiente, espantar los malos espíritus y atraer hasta nosotros protección celestial.
Cualquier momento es bueno para realizar este ritual, aunque si se realiza en fechas especiales como (cumpleaños, fin de año, lunas llenas, festividades del sol…), su poder aumenta.
La primera vela es la encargada de Limpiar los posibles hechizos o malas energías de nuestro hogar o nuestras.
Se necesita:
- Una vela (pequeña/mediana), sin importar el color.
- Sal gruesa.
- Bolas de pimienta negra.
- Cayenas/guindillas/Chile picante.
Todos los ingredientes se ponen alrededor de la vela, y se echan en el sentido contrario a las agujas del reloj (en el hemisferio sur en el sentido de las agujas del reloj).
La segunda vela es la encargada del Bienestar interior.
Se necesita:
- Una vela (pequeña/mediana) sin importar el color.
- Hojas secas de laurel.
- Azúcar.
Todo se esparce alrededor de la vela, en el sentido de las agujas del reloj (al contrario, en el hemisferio sur).
La tercera y última vela es la de la Prosperidad material.
Se necesita:
- Una vela (pequeña/mediana) sin importar el color.
- Perejil (fresco o seco).
- Un chorro de aceite.
Se unge la vela con el aceite, y el perejil se pone bajo la vela.
Se encienden las tres velas a la vez, empezando por la limpieza, luego el bienestar y por último la prosperidad, y se dejan consumir.
Los restos pueden desecharse a la basura.