Prepara tu energía para los nuevos comienzos con este ritual.

• Citrino: Es un poderoso limpiador y regenerador. Es considerado el cristal de la abundancia, atraerá riqueza, prosperidad y éxito en esta nueva etapa.
• Sábila seca: Su quemado purifica y limpia persona, objetos y lugares de malas energías.
• Inciensos: Incienso, benjuí y mirra. Su aroma y propiedades reforzarán tus intenciones.
• Vela blanca: Representa la pureza. Ayuda en estados de meditación y equilibra la energía. Con su cera podrás sellar el tarro de cristal.
• Papel blanco: en él podrás escribir todo lo que quieres atraer en esta nueva etapa. Es importante que lo escribas en modo afirmativo. Ejemplo: “Tengo éxito en esta etapa” “He conocido al amor de mi vida”
• Tarro de cristal con tapa: En él guardarás el pergamino y lo sellarás con la cera de la vela hasta que esas metas se cumplan.

Como se realiza:

Lo ideal es que confíes en tu intuición y uses este ritual como sientas… no hay un orden, ni lo vas a hacer mal por no seguir las indicaciones que nosotros te recomendamos.

Estas solo son orientativas. Experimenta y disfruta de la magia con tu intuición. Cierra los ojos, medita durante unos minutos, como sientas que debes hacerlo será la forma correcta para ti.

Lo primero que haremos será purificar y limpiar toda la casa con el atado de Salvia. Abrimos todas las ventanas, y vamos pasando el humo desde la última estancia hasta la puerta de entrada.

Es importante buscar una zona de la casa tranquila, y crear una especie de altar, donde tengas tus cristales u objetos que te hagan conectar con tu yo más profundo, con tu alma.

Prenderemos los inciensos, su aroma y propiedades reforzarán tus intenciones.

Seguidamente encenderemos la vela, que representa la pureza y ayuda en estados de meditación, equilibrando la energía.

Una vez estemos relajados y concentrados, escribiremos en el papel nuestras afirmaciones. Aquí si es importante que lo escribas en modo afirmativo y te imagines que está sucediendo esa acción.

Si el ritual lo haces enfocado al comienzo de un trabajo nuevo, te imaginas como te gustaría estar en ese puesto. Y en el papel escribes eso mismo, como si ya hubiera sucedido. Ejemplo: “Estoy en el trabajo de mis sueños”.

Cuando tengas tus afirmaciones escritas, enrollaremos el papel, lo meteremos en el tarro, y con la tapa puesta le echaremos por encima unas gotitas de cera de la vela para sellarlo.

El tarro lo guardaremos hasta que esas afirmaciones se cumplan.

Durante ese tiempo lo colocaremos en un lugar fuera del alcance de otras manos.

Podremos tomarlo (sin abrir) cuando hagamos nuestros decretos para usarlo como amuleto.

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