Adquirir un equipo de cómputo es una decisión importante. Para muchos no es solo un centro de trabajo, sino también de entretenimiento y hasta para disfrutar de videojuegos.

Es una realidad que todos necesitamos de un buen equipo para mantenernos conectados. Son el compañero perfecto que hará fáciles muchas de nuestras actividades cotidianas. Precisamente por esta capacidad multiusos, es normal que sufran un desgaste considerable con el pasar del tiempo. Esto es lo normal, pero también nos deja la pregunta al aire ¿cada cuánto tiempo debo cambiar mi equipo?

La respuesta a esta cuestión es algo complicada. Dentro del mundo de las computadoras existen una variedad de factores que determinan el tiempo de vida. Para empezar, tenemos que saber qué tipo de equipo tenemos. Por ejemplo, las laptops suelen ser más propensas a necesitar un cambio en unos años, mientras que los equipos de escritorio son más duraderos.

Empecemos con las versiones móviles, las notebooks, laptops y ultrabooks. Estas suelen tener un rango de vida entre los 5 y 7 años. A partir de entonces su rendimiento puede verse reducido tanto por el desgaste por uso como la obsolescencia de sus componentes. Al ser dispositivos diseñados para ser portátiles, no es tan sencillo realizar mejoras a ciertos componentes, por lo que más pronto que tarde quedarán inútiles frente a nueva tecnología.

Esto es distinto en las computadoras de escritorio, las cuales por su naturaleza modular pueden superar la década sin problema. En este caso, los cambios estarán dictaminados por la actividad que realicemos con ellas, ya que trabajos demandantes como edición de video o estar a la par con las generaciones de videojuegos, harán que su tiempo de vida sea mucho más corto.

Al final, tenemos que exprimir lo mejor que podamos cada componente. No solo por el precio que pagamos por ellos, sino para evitar la generación de más basura electrónica que contamine el planeta.

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