Al adquirir un nuevo producto electrónico, no importa si es un electrodoméstico o un smartphone, el usuario se enfrenta a la obsolescencia. Desde el momento en el que lo utilizamos por primera vez, ese dispositivo irá disminuyendo sus capacidades cada vez más.

Este ciclo es completamente natural y sucede porque el uso hace que las cosas se desgasten, los electrónicos incluidos. Sin embargo, hay una estrategia utilizada por los fabricantes para que este desgaste ocurra mucho más rápido y con mayor frecuencia, hablamos de la obsolescencia programada.

El término significa esta cualidad que muchas empresas utilizan en sus dispositivos. Como el nombre lo indica, se trata de darle una fecha de caducidad específica a cada artículo. De esta forma, los usuarios se verán obligados a cambiarlos cada cierto tiempo, asegurando así un ingreso fijo en periodos delimitados.

Esto se puede dar de dos formas. La estrategia más común suele ser utilizar materiales de baja calidad que tendrán un tiempo de vida muy corto. Por lo que el mínimo golpe o impacto podría dañar de forma permanente el equipo.

Otra de las formas, mucho más moderna, es crear una obsolescencia a través de software. Esta es igual de molesta, ya que no importa que tan bien hayas cuidado de tu dispositivo, llegará un momento donde dejará de recibir actualizaciones e incluso parches de seguridad. Nuevamente, el objetivo se cumple, obligar al usuario a comprar un nuevo dispositivo.

¿Cómo puedo evitarla?

La respuesta más convencional es adquiriendo productos de marcas con buena reputación. Esta aproximación no es la mejor, ya que si quieres un buen dispositivo tendrás que desembolsar mucho dinero. En casos así, lo mejor es asegurarte de comprar artículos que sean duraderos y que los mantengas protegidos de alguna forma.

Esto evitaría solamente los daños físicos, pero en la cuestión de software no es tan sencillo. Lamentablemente en el terreno de los smartphones este terreno todavía está muy restringido. Sin embargo, en las computadoras es más fácil, ya que si tienes un equipo viejo siempre podrás instalarle algún sistema operativo libre y darle una segunda vida.

La mejor estrategia es ser consciente de esta situación que aplica para todos los electrónicos actuales, mantener tus equipos en buen estado y solo cambiarlos cuando sea absolutamente necesario.

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