Se ha señalado que los niños que reciben clases virtuales resultan tener una actitud diferente, son más tristes y se muestran más tiempo enojados.
Tal es el caso de Sophia Sánchez, de apenas años, quien en el marco de la pandemia recibe clases por internet. Quien según señalan sus familiares, llora mucho últimamente.
Son muchos los factores que se viven para recibir una clase en línea. Pues hay que revisar primeramente que se tenga internet, y que la conexión sea buena para no tener fallas durante la clase.
Algunos hogares no tienen problemas. Pero hay otros donde las dificultades son muchas y constantes.
The Washington Post pidió a los padres de todo el país que compartieran historias y obras de arte producidas por los jóvenes para que participen en el experimento obligatorio de educación en casa, que obtuvo más de 60 respuestas de familias que viven en 18 estados.
Los niños en edad escolar están perdiendo interés en la comida. Se quejan de dolor de espalda y ardor en los ojos. Están desarrollando sentimientos de depresión.
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Son muchos los escenarios desde donde se viven las clases virtuales. Desde los alumnos, los maestros y desde los padres de familia, que también se enfrentan a una nueva dinámica de aprendizaje.
WhatsApp copiará esta función a las historias de Instagram y eliminará los chat archivadoshttps://t.co/crrjJQg2Lp
— Órale qué Chiquito (@OraleQChiquito) November 27, 2020
Realizar actividades escolares es todo un reto. Ahora, teniendo como contexto la pandemia por COVID-19, el desempeño académico de tu pequeño puede verse afectado por las distracciones del hogar, sentimientos de preocupación o desinterés.