Se ha viralizado en redes sociales el caso de una perrita que fue enterrada viva en Carrieres-sur-Seine en París.
De acuerdo con Pedro Dinis, cuando paseaba a su perro en la localidad, dio con un extraño bulto en la tierra que llamó su atención. Curioso, se acercó al pequeño monte para dar con que era la cabeza de un perro enterrado vivo.
Pronto, desenterró al animal que lucía cansado, asustado y débil.
No se sabe por cuánto tiempo estuvo enterrado pero al salir por completo, Dinis encontró algo peor: también habían amarrado sus patas.
El perro mostraba un cuadro de deshidratación pero tras días de reposo y medicamentos pudo recuperarse.