A varios meses de haber sido localizada sin vida dentro de una hielera, una niña nunca fue reclamada. La niña apareció muerta dentro de una hielera en un mercado sobre ruedas de Tijuana, el 30 de agosto.
Durante todo este tiempo permaneció como no identificada, nadie reclamó su cuerpo. Nunca nadie la reclamó, y por tanto tampoco hubo manera de identificarla.
Sin embargo, sí hubo quien le lloró. Pues un grupo de mujeres que no la conocieron se organizó para realizarle un velorio. Le compraron su ataúd, le rezaron y la despidieron entre peluches y globos.
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Al no tener más datos sobre ella, las vecinas la nombraron Dulce María. A la pequeña, personas desconocidas, le consiguieron una tumba para recordarla, y precisamente gracias a su intervención no fue a dar a la fosa común y fue sepultada este lunes en el Panteón Municipal número 13 de Tijuana.
“Dios nos lo manda para que los cuidemos, no para hacerles daño, y aquí esta Dulce María. Le estamos dando una despedida muy bonita que a lo mejor ella se merecía en vida y nadie se la dio, ni vecinos, y nadie hizo nada por ella, entonces no hay que hacerlo ahorita ya cuando ya no están con nosotros, si no hacerlo en vida”.
Esas fueron las palabras de Yesica García Lerma, una las responsables para lograr el entierro.
Drogaron y abusaron a una joven en su fiesta de 15 añoshttps://t.co/bAmUBigDao
— Órale qué Chiquito (@OraleQChiquito) December 15, 2020
La necropsia reveló que la niña murió debido a una neumonía, padecía de parálisis cerebral infantil, enfermedad con la que nació, y las marcas en su cuerpo podrían ser causadas por la enfermedad.