En un operativo liderado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y con la participación de autoridades de los tres niveles de gobierno, se rescató a un puma abandonado y amarrado en un predio privado en el municipio de Angostura, Sinaloa, México.

El ejemplar, que pertenece a una especie protegida y amenazada, fue asegurado y trasladado al santuario animal llamado Ostok, ubicado en Culiacán, Sinaloa.

El puma, estimado en tener entre nueve y diez meses de edad, fue rescatado debido a una llamada anónima que alertó sobre su presencia en el predio mencionado.

Aunque se presume que el puma fue capturado en la región, su relación con los seres humanos ha generado una huella difícil de revertir, lo que complica su reintegración a su hábitat natural.

Actualmente, el puma rescatado muestra signos de nerviosismo y miedo, pero se encuentra en buen estado de salud. El director de la Unidad de Rescate de Fauna Silvestre del santuario ha expresado que será complicado que el puma pueda regresar a su entorno silvestre.

Por lo tanto, se hace un llamado a la ciudadanía para que no saque animales de sus hábitats ni adquiera animales traficados, ya que esto contribuye al tráfico ilegal y pone en peligro a diversas especies, algunas de las cuales están en riesgo de extinción.

Ernesto Zazueta Zazueta, presidente del santuario Ostok, ha instado a la población a seguir denunciando el tráfico de animales silvestres y abstenerse de adquirirlos, con el objetivo de frenar el contrabando que amenaza a diversas especies.

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