La localidad de Ibarreta, en la provincia de Formosa, se vio sacudida por un acto de violencia incomprensible. Un hombre de 35 años, identificado como Ariel Lovey, perpetró un crimen atroz al quitarle la vida a su propio hijo, un niño de nueve años llamado Zamir, que además sufría de una discapacidad motriz. Tras cometer el asesinato, Lovey se suicidó, dejando a la comunidad sumida en la consternación y el espanto.
Hombre confiesa trágico suceso en video
Los hechos tuvieron lugar durante la madrugada en una vivienda del barrio San Roque, ubicado a 210 kilómetros de la capital provincial de Formosa. Según los informes, Zamir se encontraba solo en el hogar que compartía con su madre cuando su padre ingresó y lo llevó consigo. En circunstancias aún bajo investigación, Lovey le disparó a su hijo por la espalda, segando la vida del pequeño de manera brutal.
Antes de cometer el atroz acto, Lovey grabó un video en el que se lo ve conduciendo de noche mientras se dirige a la cámara. En el video, pide perdón por sus acciones y anticipa su propio suicidio. En un momento desgarrador, expresó su angustia por la situación de su hijo y su propia desesperación, dejando entrever un estado emocional extremadamente perturbado.
Zamir Lovey, a pesar de su corta edad y las dificultades que enfrentaba debido a su discapacidad, era un niño querido y valiente. Su madre había creado una página de Facebook llamada ‘Todos con Zamir-Formosa Ibarreta‘, donde compartía la historia de su lucha diaria por una mejor calidad de vida. A través de sus publicaciones, se evidenciaba el amor y la dedicación de su madre para superar los desafíos que enfrentaban juntos.
Investigación y conmoción en la comunidad
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Sinaloa inició una investigación para esclarecer los detalles de este horrendo crimen. Se especula que el asesinato podría haber sido un acto de venganza hacia la madre de Zamir, lo que ha llevado a los investigadores a considerar el caso como un homicidio calificado por venganza transversal, también conocido como ‘homicidio oblicuo’. Esta teoría plantea que el crimen se perpetró con el propósito de causar sufrimiento a la madre del niño.
Ante la tragedia, diversas personas y organizaciones han expresado su pesar y solidaridad con la madre y la familia de Zamir. Desde la Fundación Uniendo Huellas, donde Zamir recibía tratamiento, se lamentó profundamente el fallecimiento del niño y se destacó su valentía y alegría. Asimismo, familiares y allegados han pedido prudencia y respeto en medio del dolor, instando a reflexionar sobre la gravedad de la situación y la importancia de brindar apoyo a quienes lo necesitan.
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