Este fin de semana, en Paraguay, se confirmó el triste deceso de la pequeña Milagros de Jesús, la bebé que había resucitado durante su propio funeral tras ser declarada muerta por personal médico.

Según el director del Hospital Regional de Ciudad del Este, Federico Schrodel, a pesar de los esfuerzos médicos realizados, la menor no logró superar su delicado estado de salud y perdió la vida. Se procedió a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar durante aproximadamente 20 minutos, pero lamentablemente, a las 21:30 horas locales, se produjo su deceso.

El especialista explicó que Milagros había nacido de manera prematura, con tan solo 400 gramos de peso. «Se trató de un recién nacido pretérmino extremo de muy bajo peso, que llegó al mundo a las 26 semanas de gestación».

El padre de la niña, Ignacio Medina, relató a los medios locales la increíble historia que conmovió a todo el país. Durante el velorio de su hija, un familiar notó que la bebé presentaba movimientos en el féretro, lo que llevó a la familia a darse cuenta de que seguía con vida.

Con esperanza y fe, decidieron llevar rápidamente a Milagros al hospital para que recibiera atención médica. Sin embargo, a pesar de las expectativas positivas que tenían sobre su recuperación, el personal médico confirmó este fin de semana el fallecimiento de la bebé.

La historia de Milagros de Jesús conmovió a toda la comunidad, que se había ilusionado con la posibilidad de un milagro. Ahora, la pequeña deja un profundo vacío en el corazón de todos aquellos que siguieron su lucha por la vida. Su corta existencia quedará grabada en la memoria de quienes creyeron en ella y en su increíble capacidad para desafiar las probabilidades.

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