EEUU.- Un adolescente afroamericano de 16 años llamado Ralph Yarl, residente de Kansas City, Missouri, fue herido en la cara por un hombre desconocido después de ir a buscar a sus hermanos menores.

Yarl se confundió de dirección, tocando el timbre equivocado, lo que llevó al dueño de la casa a abrir la puerta y dispararle en la cabeza y el brazo. Aunque el adolescente sobrevivió, sus amigos y familiares están preocupados por su bienestar emocional y mental a largo plazo.

Yarl es un estudiante ejemplar que ha ganado numerosos premios y reconocimientos en su escuela, incluyendo el Missouri All-State Band con mención de honor. También es un líder en su sección de la banda de música y un genio musical en la orquesta juvenil metropolitana. Yarl planea asistir a Texas A&M para especializarse en ingeniería química después de graduarse de la escuela secundaria.

Este caso ha provocado indignación entre los estadounidenses que están cansados de los ataques injustificados a las minorías raciales.

La identidad del tirador aún no ha sido dada a conocer por la policía, aunque se sabe que fue puesto bajo custodia durante 24 horas y liberado mientras continúa la investigación.

El abogado de derechos civiles Ben Crump, que ha representado a familias en casos similares de alto perfil, como el de Breonna Taylor y George Floyd, afirmó que el tirador sería blanco.

Aunque el sistema judicial del condado de Clay ha prometido tratar el caso de manera objetiva e imparcial, muchos siguen preocupados por la falta de justicia y la impunidad que rodea a los ataques raciales.

Los manifestantes marcharon en Kansas City el domingo para llamar la atención sobre el tiroteo de Ralph Yarl y exigir que se haga justicia por él y por todas las víctimas de ataques raciales en Estados Unidos.

La jefa de policía Stacey Graves dijo que está escuchando y entiende la preocupación de la comunidad, y que los detectives están trabajando para recopilar información y pruebas forenses para completar el expediente del caso.

Sin embargo, la ley de Missouri ordena que la persona sea liberada o arrestada y acusada formalmente después de 24 horas, lo que significa que el sospechoso actualmente está en libertad mientras continúa la investigación.

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