En Chicago, Estados Unidos, Clarisa Figueroa, conocida como «Womb rider» y de 51 años, ha sido sentenciada a 50 años de prisión por el asesinato de Marlen Ochoa-López, una joven embarazada de 19 años, y por extraer brutalmente al bebé que llevaba en su vientre.
Figueroa se declaró culpable de asesinato en primer grado en un tribunal del condado de Cook el martes.
Antes de llegar a este acuerdo de culpabilidad, la corte escuchó el impactante testimonio de la familia de Ochoa-López.
Raquel Uriostegui, madre de la víctima, compartió el dolor insoportable de perder a su hija, afirmando que nada podría reparar el daño causado.
Yovanny López, el esposo y padre de los hijos de la víctima, conmovió a la sala al declarar que ningún castigo sería suficiente, ya que su hijo nunca podrá volver a abrazar a su madre.
La sentencia de Figueroa pone fin a un caso que ha conmocionado a la comunidad de Chicago, donde la violencia y el crimen cometido contra Ochoa-López han dejado una marca imborrable en la familia y en aquellos que siguieron de cerca el trágico evento.