La cerveza es de las bebidas embriagantes más consumidas en el mundo y parece increíble que su elaboración tenga que ver con una Santa medieval pero así es.

Se trata de Santa Hildegarda que fue una monja benedictina, teóloga, filósofa y precursora de la medicina que vivió en Bingen, Alemania en el siglo XII.

Por su infancia en un convento tuvo la oportunidad de conocimientos que estaban prohibidos para las mujeres, ya que ella tenía acceso a libros sobre latín, música, medicina, la botánica.

Especialmente se involucró con la botánica, creo un libro sobre las bondades medicinales del lúpulo, lo que fue esencial para la bebida que hoy conocemos.

Se sabe que el lúpulo ya se utilizaba durante la edad media, pero el primer registro que existe, relacionándolo con una receta de cerveza está en uno de sus escritos: Physica sive Subtilitatu.

Entre sus tratados, hay varios sobre medicina en donde se proponen remedios medicinales, y entre ellos, se menciona también la adición del lúpulo a la cerveza, como sustituto de los gruits (mezcla de hierbas aromáticas utilizada en la receta hasta ese entonces).

El descubrimiento de la Santa ha permitido la conservación de la cerveza, que en aquel entonces fue sumamente famoso y ha perdurado.

Incluso en el año 2009 se llevó al cine su historia. Visión con Margarethe von Trotta y Bárbara Sukowa en el papel de Santa Hildegarda de adulta mayor y joven, respectivamente.

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