Por: Ilse Gaytán

La policía de Estados Unidos cuenta con armas de fuego y taser, así como macanas y esposas, instrumentos permitidos para cualquier situación peligrosa, aunque una mujer del equipo confundió sus artefactos.

Se trata de la exoficial Kimberly Potter, quien aseguró ante el juez que, durante la detención de un hombre de color, el pasado 11 de abril, los agentes se dieron cuenta que tenía una orden pendiente con la justicia. En ese momento, se presentó un forcejeo porque el joven de origen afroamericano intentó huir para evitar el arresto.

La víctima fue Daunte Wright, de 20 años, que intentó huir y, por las prisas, la policía sacó su pistola, pensando que era el taser para inmovilizarlo, sin embargo, lo hirió mortalmente.

También te podría interesar: Detuvieron a pareja por agredirse entre si; intervino policía Violeta

El suceso ocurrió en Brooklyn Center, cerca de Minneapolis, y este fin de semana comenzó el juicio del caso.

Según el medio estadounidense CNN, en la cámara corporal de la exoficial quedó registrada la grabación del momento en que se le escucha decir: “Acabo de dispararle, agarré la maldita pistola equivocada. Le disparé”.

La mujer se declaró inocente de los cargos de homicidio involuntario en primer y segundo grado.

De ser encontrada culpable, podría durar hasta 10 años en prisión.