¿Por qué a veces las cosas no salen cómo deseamos?

Esta es una pregunta que las personas nos hacemos día a día, a veces, no se puede decir siempre, somos conformistas con lo que tenemos y no nos preocupamos por superarnos o adquirir otras cosas de mayor beneficio, por eso siempre vivimos en… no vamos a decir que en la miseria, pero si en la pobreza espiritual.

Cierto día conocí a un caballero que le preguntó a otro:

– ¡Oye! ¿Qué deseas tú de la vida?

Y este le contestó, algo no muy relevante para el estado anímico que se encontraba en esos momentos, de la siguiente manera:

– ¡Bueno! En si, no espero nada de una gran cosota, solo aspiro a una mujer que me desee y me cele de la mujer de mi amigo, creo que eso es todo lo que aspiro de la vida que llevo hasta estos momentos.

Yo pensé que el caballero se iba a indignar con tan vil e insignificante respuesta, al parecer no fue así, creo que hasta cierto punto le agradó más que la que el tenía.

Después de esto tomé un lápiz y papel y me senté a reflexionar ¿qué espero, mejor dicho, aspiro y deseo de la vida?