El cuervo y el conejo
Un cuervo estaba sentado en un árbol, sin hacer nada todo el día.
Un pequeño conejo se dio cuenta de esto y le pregunto: ¿Puedo sentarme como tú y pasarme todo el día sin hacer nada?
El cuervo respondió: ¡Claro! ¿Por que no?
El conejo se sentó en el suelo, y descanso.
Repentinamente, apareció un lobo salto encima del conejo y se lo comió.
Moraleja: Para estar sentado sin hacer nada, debes estar muy, muy alto
«Trabajar con amor es construir una casa con cariño, como si nuestro ser amado fuera a habitar esa casa»: Khalil Gibran
«Si no necesitas trabajar para comer, necesitarás trabajar para tener salud. Ama el trabajo, no dejes que nazca la mala hierba de la ociosidad»: William Penn
«El mundo no se mueve únicamente por los poderosos empellones de los héroes, sino también por la suma de los pequeños empujones de cada trabajador honesto»: Hellen Keller