El niño de tu interior
—¿Qué haces loca?
—Miro la vida al revés
—¿Y si te caes?
—Lloraré, pero seré feliz en medio de mi llanto, porque me atreví a hacer lo que dictaba mi corazón.
—Pero eso es peligroso y arriesgado
—Todo es peligroso y arriesgado, pero no me quiero quedar con un no. Además, mira qué bonito se ve el cielo desde aquí.
—No, no, no, ¡Bájate ya!, te vas a lastimar.
—¡No lo haré!, además tú te puedes tropezar al estar ahí de pie y caer.
—Lo sé, pero tengo miedo
—Ay mi niño, yo también tengo miedo, pero lo abrazo y me tiro con él, que el miedo sea el que te impulse a hacer las cosas que pensaste que no, que el mismo miedo sea la valentía de decir ¡Sí!, en tu corazón. Anda, ven conmigo y no te quejes más.
—Esta bien, lo haré, lo haré ¿y si me caigo?
—Yo estaré a tu lado, con una carcajada al verte al piso, luego yo caeré contigo y te abrazaré con todo mi amor, te daré besitos en donde te golpees y te daré la mano, para volverlo a intentar hasta que todo salga bien.
—Gracias, saber que estás ahí me da seguridad de que no me dejarás.
—Jamás mi niño, así que ya vente para acá y disfrutemos de la hermosa locura de vivir y de amar.
(Jamás dejes morir al niño que está en tu interior)
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