Felicidades, papá
Por ser hoy tu cumpleaños entré a un lugar a buscarte un regalo, quizás sería una camisa, unos shorts, un perfume… No lo sabía, solo sabía que quería algo especial.
De pronto vino a mi mente todo lo que vales para mí y me dí cuenta que lo que había en ese lugar era muy poco para ti.
Fue entonces cuando pensé que el mejor regalo que podía darte era decirte cuánto te quiero.
Por eso hoy, mi regalo no lo busqué en una tienda, sino en mi corazón y mira todo lo que encontré en él, para ti.
Primeramente vi que hay una admiración muy grande por ti, papá, porque has sido un gran padre, y un buen amigo también.
Igual vi, un enorme agradecimiento, no solo por darme la vida, sino porque me has dado los mejores recuerdos que tengo… Por ejemplo, me diste una niñez feliz, muy feliz; en mi juventud me diste la oportunidad de decidir mi futuro; quizás no lo he hecho de la mejor manera, pero son éstas experiencias las que nos hacen crecer.
Siempre has estado cerca para ayudarme cuando he necesitado, eres muy bueno.
Me has dado mucho, Papi y yo te he devuelto tan poco, por eso hoy quiero devolverte aunque sea un poquito de esos momentos que tú me has regalado.
FELICIDADES, PAPÁ.