La forataleza del corazón
Es difícil escuchar al corazón, buscamos respuestas en los demás, en la radio, en la televisión, en las novelas, en las canciones, en los libros y aunque ahí también están muchas veces, no sabemos que las verdaderas respuestas están en nuestro corazón. Siempre nos habla, lo sabemos, pero no le creemos, esas que llamamos corazonadas son verdaderas.
Eso que llamamos presentimientos es nuestro corazón. ¿Y qué es nuestro corazón? Es Dios, ¿por qué? Porque somos parte de él, por que al llegar a este mundo no podemos recordarlo, pero de eso se trata la vida, de rememorar quienes somos de dónde venimos y a que vinimos.
Contamos con esa herramienta por así decirlo, en cada momento difícil de la vida, debemos abrir nuestro corazón para encontrar las fuerzas más implacables para asumir cada situación de forma victoriosa, engrandeciéndonos ya que cada experiencia significa un avance gradual hacia esta comprensión del camino de la vida.
Debemos aceptar cada experiencia sin culpas ni cuestionamientos pues éstas forjarán nuestro pensar y nuestro caminar, examinar con nuestro corazón, entender y aceptar, tomar lo bueno de cada situación negativa, siempre queda algo bueno que nos servirá como peldaño y soporte en algún momento futuro.
Cuando sientas un pálpito, una pequeña voz, detente y escucha…Cuando necesites fuerzas, cuando creas que no saldrás de esa situación, que todo acabó… Escucha tu corazón, no hay que ir muy lejos…