Reflexiones

La sopa de piedra

03/11/2019 - Hace 5 años en Internacional

La sopa de piedra

Reflexiones | 03/11/2019 - Hace 5 años
La sopa de piedra

Un peregrino muerto de hambre llegó a un pueblo y, como en todos lados donde pedía
comida se la negaban porque su aspecto era bastante especial, pensó en hacer algo
para conseguir alimento. Dijo tener una piedra «mágica» con la que podía hacer la sopa
más rica del mundo. Una vecina le preguntó qué podía hacer para lograrlo y el peregrino le pidió una olla
enorme con agua hasta la mitad. Hicieron un buen fuego y pusieron el agua a hervir,
con la piedra dentro, a la vista de todos en medio de la plaza.

La gente, movida por la curiosidad, se fue acercando. Era algo raro en el pueblo, porque
los vecinos nunca hacían nada juntos. El peregrino probó el agua cuando ya estaba tibia
y dijo que era exquisita, pero que estaría mucho mejor si alguna vecina aportaba dos
docenas de choclos.

Y muchísimo mejor si alguien ponía cebollas, y si otro agregaba zapallo.

Así, el peregrino logró que todos los vecinos pusieran algo: Sal, batatas, papas, trozos
de carne de puchero, zanahorias y muchas, incontables, cosas más.

Se imaginarán que, verdaderamente, salió una sopa extraordinaria, no por la piedra sino
por los ingredientes que aportó la gente. Todos comieron y el peregrino siguió su viaje, no
sin antes regalarles la piedra que había quedado en el fondo de la olla.

Para Pensar
Sin duda, era una piedra «mágica», porque, junto con el ingenio de ese hombre, había
logrado que todos hicieran una enorme sopa para comer en comunidad.
Infinidad de veces, tenemos que poner a prueba nuestro ingenio para «hacer comunidad»
ahí donde la gente no se comunica. Es importante saber que, poniendo un poco de
creatividad, se consiguen cosas verdaderamente sorprendentes.

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