Oro Blanco
Aquí la ropa siempre está impecable, nunca está sucia de tanto jugar.
Aquí no hay juguetes regados por toda la casa, de hecho nunca salen de los estantes donde se han guardado.
Aquí no hay gritos de euforia a la hora de jugar.
No hay un mundo mágico infantil, ni esas historias tan llenas de imaginación.
Sabes, esa dulce vocecita llamando a mami, mami, mami mil veces, nunca la escuché .
Sería maravilloso tener varios juguetes regados por la casa, porque ella jugó con ellos.
Si pudiera dar un consejo a una madre tan cansada de la maternidad real, sería tranquila, pasará, crecerá.
La maternidad para algunas mujeres es tan triste y dolorosa, así que agradece a Dios por la salud de tu hijo.
Los niños felices gritan, corren, no se detienen, parecen tener hormiguitas en sus pañales.
Intenta no perder el autocontrol, cuenta hasta 10, bésalos, abrázalos, detente para escuchar sus increíbles historias.
Recuerda a las mamás que no viven esa deliciosa realidad.
Déjalos ser niños, no trates de convertirlos en pequeños robots.
Por @paula salvarani
Retomado de la pagína Colectivo Prolactancia Materna