Que se recuerda el Jueves santo
La Última Cena o Santa Cena son denominaciones convencionales de un episodio evangélico y un tema artístico muy representado en el arte cristiano.
Fue la última ocasión en la que Jesús de Nazaret se reunió con sus discípulos (los doce apóstoles) para compartir el pan y el vino antes de su muerte.
El cristianismo considera ese momento como el de la institución del sacramento de la eucaristía, y a esas «especies» como «el cuerpo y la sangre» de Cristo, aunque cada confesión cristiana difiere en su celebración litúrgica (misa cotidianamente y anualmente el oficio del Jueves Santo) y en su interpretación teológica (transubstanciación en el catolicismo).
Entre los hechos que se incluyen en la narración de este episodio están el lavatorio (Cristo lavó los pies de los apóstoles) y dos profecías de Cristo, que se cumplieron en las horas inmediatas: la traición de Juda y la negación de Pedro.
También se enuncia el denominado mandamiento del amor (amaos los unos a los otros como yo os he amado)[4] y otras frases de Cristo de menos evidente interpretación,[5] que dieron origen a la teoría política medieval de las dos espadas.
Algunas supersticiones populares (derramar sal, triscaidecafobia) tienen origen en lo narrado en este episodio evangélico.
Tras la cena, Cristo y once de los apóstoles (todos menos Judas) salieron de la ciudad de Jerusalén, produciéndose los siguientes episodios que inician la Pasión (la oración del huerto de los olivos y el prendimiento).