Un tributo a una leyenda verdadera
Cuenta una leyenda, que en el país sombrío llamado la Tristeza.
Todo era gris y reinaba la pobreza. Nunca hubo una luz o imagen de dicha o felicidad, e imperaba el
dolor, el coraje insano, el odio y la maldad.
Y a través del tiempo, esta forma primitiva y tan humana de pensar
se volvió poco a poco mas intensa, al grado que llegó a provocar tanto
rencor en la sociedad, que se llegó a engendrar una guerra de maldad,
se estuvo a punto de extinguir toda vida que habitara en ésta territorialidad.
Ante esta grave amenaza Bélica, que llevaría a la extinción de la humanidad,
la cual ya ni siquiera recordaba los mandamientos de Dios con toda su Bondad!
El ¡ser supremo! con su gran sabiduría, creó a un ser toda DULZURA y BONDAD
Con una imagen que solo al verla transmitiera y provocara sentimientos nobles de
dicha y felicidad, por lo que la dotó de una hermosa, ¡cara angelical!
Este ser , provocó con su presencia el cambio total de los sentimientos de odio
y maldad, por paz, tranquilidad y felicidad!
Ante esta nueva y maravillosa experiencia, la gente le preguntó al señor creador:
¡Señor!, ¿ Cómo le debemos nombrar?, a lo que el creador respondió!
¡A Ese ser especial! le llamarán,¡ Primero, La Esposa de el señor «tal»!, después, al Crear en su «Santificado» cuerpo, lo más divino en ésta vida, que es «La Vida misma» la llamarán «Madre».