El aspartamo, un edulcorante artificial muy utilizado en productos bajos en calorías como refrescos, chicles o helados, ha sido clasificado como un “posible cancerígeno” por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según un informe de la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), un órgano de la OMS que evalúa el potencial cancerígeno de las sustancias, hay evidencia limitada de que el aspartamo podría estar relacionado con el carcinoma hepatocelular, un tipo de cáncer de hígado.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. aprobó el aspartamo como uno de los seis edulcorantes no nutritivos. (FDA, por sus siglas en inglés) y por la Unión Europea. Se trata de una sustancia que se metaboliza en el organismo y que tiene unas 4 calorías por gramo, aunque es unas 200 veces más dulce que el azúcar. Se usa desde la década de los ochenta como endulzante de mesa o en alimentos y bebidas dietéticos.

La clasificación de la IARC se basa en tres estudios en humanos en Estados Unidos y Europa que indicaron un vínculo entre el consumo de edulcorantes, en concreto el aspartamo y el acesulfamo-k, y el riesgo de sufrir cáncer. Sin embargo, otro panel de expertos de la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), llamado Comité Conjunto sobre Aditivos Alimentarios (JECFA), considera un asunto que la afirmación no tiene en cuenta: cuánto necesitaría consumir una persona para estar en riesgo.

El JECFA ha realizado su propia revisión exhaustiva y ha concluido que no hay pruebas convincentes del daño causado por el aspartamo

Por lo tanto, ha mantenido su recomendación de que las personas no superen los 40 miligramos al día por kilo de peso corporal. Ese nivel se estableció por primera vez en 1981, y los reguladores de todo el mundo tienen una guía similar para sus poblaciones. La OMS dijo que los niveles de consumo existentes significaban, por ejemplo, que una persona que pesa entre 60 y 70 kilos tendría que beber más de 9 a 14 latas de refresco al día para superar el límite.

El jefe de nutrición de la OMS, Francesco Branca, trató de ayudar a los consumidores a entender las declaraciones aparentemente contradictorias, en especial para quienes buscan edulcorantes artificiales para evitar el azúcar. “Si los consumidores se enfrentan a la decisión de tomar refrescos gasificados con edulcorantes o uno con azúcar, creo que debería considerarse una tercera opción, que es beber agua en su lugar”, dijo Branca.

Branca añadió que la OMS no está instando a las empresas a eliminar el aspartamo de sus productos por completo, sino que está pidiendo moderación tanto a los fabricantes como a los consumidores. Varios científicos no asociados con las revisiones dijeron que la evidencia que vincula al aspartamo con el cáncer es débil. Las asociaciones de la industria de alimentos y bebidas dijeron que las decisiones demostraban que el aspartamo era seguro y una buena opción para las personas que querían reducir el azúcar en sus dietas.

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