A pesar de que no existen evidencias de que la infección por SARS-CoV- 2 durante el embarazo se asocie con un riesgo mayor de parto prematuro espontáneo, podría haber una relación entre el cuadro agudo infeccioso e inflamatorio de COVID-19 y nacimientos prematuros.
Fue dentro del Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que a partir del 12 de junio, se abrió una sala Covid para atender a mujeres embarazadas o menores de edad que fueron contagiados con el coronavirus, dónde el tratamiento que dan sus médicos especialistas en ginecología, obstetricia y pediatría trabajan de manera coordinada para dar un tratamiento que ayude a la recuperación de la salud de los recién nacidos, futuras madres o menores de edad que son internados.
El hospital ubicado dentro del complejo nacional de la Sedena, se encuentra equipado con lo último en tecnología, logrando de esta manera atender a una gran cantidad de pacientes infectados por Covid-19, que en su mayoría han sido mujeres embarazadas, por lo que han podido observar que varios de los casos detectados por el SARS-CoV2 provocó que el nacimiento se adelantará, provocando así embarazos prematuros.
En una entrevista otorgada a un medio nacional, el Teniente Coronel, médico cirujano Javier Carrón Jefe de la sala Covid del Hospital Militar Especialidades de la Mujer y Neonatología, mencionó que de la atención que se brindó a 29 mujeres embarazadas con 18 recién nacidos que no están contagiado de coronavirus; sin embargo, se adelantaron a su fecha de nacimiento provocando así una estadística a los nacimientos prematuros.
“Hemos tenido cerca de 29 pacientes embarazadas hospitalizadas aquí en esta sala Covid y de ellas hemos tenido 15 cesáreas, desgraciadamente algunos son prematuros los bebés por la misma infección que llega a provocar el parto pretérmino, hemos tenido hasta la fecha 18 recién nacidos un brazo gemelar y de estos 18 recién nacidos no hemos tenido ni un solo paciente infectado”.
El área Covid se encuentra en el tercer piso de este hospital militar que se encuentra aislada con todos los protocolos de sanidad, para entrar a esta sala se requiere pasar tres filtros y únicamente entran los pacientes. En el caso de que en los dos filtros de sanidad que se ubican a la entrada de este nosocomio, se detecta a un menor de edad con síntomas de coronavirus se ingresa a un área aislada donde una pediatra, revisa al menor que siempre es acompañado por su madre o padre.
El segundo paso es registrar al menor con trabajo social para canalizarlo a una cama del hospital, en este punto se inicia un boceo en el sonido interno anunciando el protocolo arcoíris que consiste en dejar libre el pasillo donde pasarán los médicos y enfermeras que escoltarán al menor a su cama.
Conforme caminan por un pasillo de unos 50 metros detrás de ellos, una persona va sanitizando el lugar por donde van pasando y minutos después se normalizan las actividades, mientras la madre que es en su mayoría la que acompaña a los menores, es revisada para descartar un contagio.
Una vez que el menor es ingresado a su internamiento en el hospital, tiene la visita de los médicos que inician los análisis correspondientes; estas visitas son más periódicas junto con las enfermeras para evitar que la o el niño, sienta que fueron abandonados por sus padres, lo señala el Jefe de la sala Covid del Hospital Militar Especialidades de la Mujer y Neonatología, Teniente Coronel, médico cirujano Javier Carrón al medio El Excelsior.
La mujer embarazada, parte de la sociedad vulnerable por Covid-19
La mujer gestante, no es una persona inmunodeprimida en el concepto clásico, pero es bien sabido que las adaptaciones fisiológicas de la madre al embarazo predisponen a las mujeres embarazadas a una mayor “susceptibilidad” a patógenos intracelulares, especialmente virus, bacterias y parásitos, lo cual se traduce en una mayor morbilidad materna y fetal.
Algunos otros estudios han arrojado entre sus estadísticas los siguientes datos: una reciente revisión sistemática que incluyen a 79 mujeres de las cuales 41 (51,9%) estaban infectadas por COVID-19, 12 (15,2%) por MERS y 26 (32,9%) por SARS. Los síntomas más comunes fueron fiebre (82,6%), tos (57,1%) y disnea el 27,0%. Las incidencias obstétricas en todas las infecciones por CoV, fueron: aborto espontáneo en el 32,1%, parto prematuro (< 37 semana) 24,3%, rotura de membranas 20,7%, PE 16,2%, y retraso de crecimiento fetal 11,7%. El 84% fueron partos por cesárea y la tasa de muerte perinatal fue el 11,1%. En las gestantes afectas de COVID-19, la complicación obstétrica más frecuente fue el parto prematuro (< 37 semanas) en el 41% de los casos y la tasa de muerte perinatal fue el 7%,y en ninguno de los 41 recién nacidos se demostró la transmisión vertical del virus.
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