El corazón es un órgano imprescindible para la vida debido a su papel central en el sistema circulatorio. Su función principal es bombear sangre de manera constante e incansable a través de las arterias, venas y capilares que recorren todo el cuerpo humano.
Esta circulación continua de la sangre es vital porque permite el transporte de oxígeno y nutrientes a cada una de las células, tejidos y órganos, proporcionándoles los elementos esenciales para su metabolismo y funcionamiento adecuado. Asimismo, la circulación sanguínea facilita la eliminación de los desechos metabólicos producidos por las células, evitando su acumulación tóxica.
Bombeo cardíaco mantiene una presión arterial apropiada
Además, el bombeo cardíaco mantiene una presión arterial apropiada, asegurando que la sangre llegue correctamente a órganos fundamentales como el cerebro, los riñones y los pulmones
El corazón también desempeña un papel clave en la respuesta inmunológica, al transportar los glóbulos blancos y otras células de defensa a través del torrente sanguíneo. En definitiva, sin un corazón sano y funcional, ningún otro sistema del cuerpo humano podría operar de manera adecuada, poniendo en riesgo la vida misma.
¿De que otra manera puedes tener tu corazón sano?
Mantener un corazón sano requiere un estilo de vida equilibrado y hábitos saludables. Una de las claves fundamentales es llevar una alimentación nutritiva y equilibrada, es decir:
Rica en frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables, evitando el exceso de grasas saturadas, azúcares y sal