Si no hay sueño, el cerebro no descansa y no le da tiempo a limpiar las proteínas que crean placas y derivan, a medio y largo plazo, en enfermedades como el Alzheimer y la demencia.

Problemas de presión arterial

Dormir menos de seis horas diarias dispara la presión arterial sistólica a 132, cuando lo recomendable es estar en menos de 120.

Alucinaciones y/o paranoia

La privación de sueño continuada tiene consecuencias a largo plazo como paranoia, alucinaciones o desorientación. Todo esto puede derivar en una esquizofrenia de manual.

Infartos

La privación de sueño lleva a tales niveles la presión arterial que la inflamación del corazón dispara las posibilidades de tener un problema cardiaco.

Aumento de peso

Desde la Universidad de Stanford (USA) aseguran que dormir menos de cinco horas al día incrementa un 3,6% el Índice de Masa Corporal.

Adiós a la pasión

La falta de sueño reduce de forma notable la pasión y el interés por las relaciones íntimas.

Comer más

Dormir menos de cinco horas al día hace que la leptina, la hormona que hace que el cuerpo esté saciado, disminuya un 15% su eficacia, propiciando un incremento del apetito.

Diabetes

Dormir menos de seis horas tiene consecuencias letales para el páncreas. La falta de sueño multiplica por dos las posibilidades de sufrir diabetes, más allá de la edad o la actividad física realizada.

También puedes experimentes irritabilidad, falta de reflejos, riesgo de cáncer o envejecimiento prematuro.

Estas son algunas de las enfermedades o dolencias que puede provocarte el no dormir bien.

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