Una mujer sin vello corporal, piel de porcelana, sin celulitis, sin estrías, cabello largo, sin arrugas, sin manchas en la piel… realmente ¿Qué mujer adulta luce así? solo una niña podría cumplirlo y es donde nace los estándares de belleza ligados a la pedofilia.
Aunque actualmente se fomenta querer a tu cuerpo como es naturalmente, los estereotipos de una mujer «perfecta» siguen muy arraigados y su trasfondo es perturbador.
Solo hace falta con ver los tipos de productos que se venden «antiarrugas», «blanqueamiento axilar/vaginal/anal», «depilación completa», «anticanas», todo por retener la edad.
Que se note la edad parece un delito. Incluso el considerar una falta de respeto mencionar la edad de un adulto o alegrarnos nos vernos jóvenes.
La imagen corporal ideal parece ser quien luzca cada vez más joven y en tu rostro no se note ni una sola mancha.
Por lo que el estereotipo de belleza adecuada se basa en la pedofilia, ya que se reconoce la atracción en quien menos adulta parezca.
Deja eso detrás, busca ser saludable, no perfecto. Las arrugas, canas, estrías, pelos y más factores llegan inevitablemente al cuerpo y es importante portarlos con orgullo porque son las marcas de la vida.