Con frecuencia ocurre que ciertos trastornos psiquiátricos se superponen entre sí hasta el punto de dificultar el diagnóstico. Ocurre con la depresión y la ansiedad o con el autismo y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, por ejemplo. Un reciente estudio parece haber encontrado una respuesta a este fenómeno.
Las últimas investigaciones en el campo de la genética psiquiátrica han revelado que existen hilos genéticos comunes que pueden estar vinculados al desarrollo de trastornos psiquiátricos coexistentes. En 2019, científicos del Consorcio de Genómica Psiquiátrica, la Universidad de Harvard y la Facultad de Medicina de la UNC identificaron 136 “puntos calientes” dentro del genoma que estaban asociados con ocho trastornos psiquiátricos (pleitrópicos) y observaron que múltiples trastornos compartían 109 puntos calientes. Estos trastornos eran el trastorno del espectro autista, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDA), esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno depresivo mayor, síndrome de Tourette, trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y anorexia nerviosa.
El último estudio genético al respecto ha logrado arrojar más luz sobre este suceso conocido como pleitropía, que es el fenómeno por el que un solo gen determina fenotipos distintos y en apariencia no relacionados. “La pleiotropía se consideraba tradicionalmente un reto porque complica la clasificación de los trastornos psiquiátricos”, afirma Hyejung Won, profesora asociada del Departamento de Genética y del Centro de Neurociencia de la UNC